Una persona en recuperación puede comenzar a mostrar síntomas de una recaída mucho antes de volver a comer compulsivamente. Poder identificar estos síntomas y tratarlos a tiempo puede ayudar a prevenir una recaída:

  1. Retorno del pensamiento obsesivo con respecto a comer: Podrían ser pensamientos relativos a determinados alimentos, sueños o deseos de comer que vuelven luego de que habían desaparecido.
  2. Actitud de desafío con respecto al plan de recuperación: No salir de los lugares de riesgo (cocina por ejemplo) o volver a los lugares de riesgo (restaurante de comida rápida por ejemplo), o volver a ver las personas relacionadas con las parrandas de comida.
  3. Descuidar el plan de recuperación: Dejar de ir a reuniones, o faltar a las citas con el terapeuta, dejar de leer literatura o dejar de hacer ejercicio.
  4. Aislamiento o pérdida de contacto: con las nuevas relaciones de recuperación.
  5. Irritabilidad: Especialmente en las relaciones significativas del comedor compulsivo: esposo(a), padres, hermanos, novio(a), pareja, hijos.
  6. Obsesión con la imagen o los defectos físicos: Dietas excesivas, preocupación excesiva acerca del peso.
  7. Sentimientos de depresión y ansiedad flotantes: Sobrevienen estados emocionales incómodos que no necesariamente se relacionan con ningún evento externo.
  8. Renacen o se exaltan los resentimientos hacia otras personas.
  9. Discusiones frecuentes en el hogar y la familia.
  10. Defensividad al hablar del tema de su recuperación o al ser retroalimentados: Cuando le dicen algo al comedor compulsivo responde inmediatamente… «Si, pero es que…»
  11. Insomnio, intranquilidad o dificultad para descansar.
  12. Preocupación obsesiva por el dinero y por la seguridad financiera.

Estos son solo algunos de los síntomas relacionados al síndrome de la recaída. Cada persona es diferente y por lo tanto mostrará síntomas propios, pero en general es marcadamente notable la presencia y evolución de este síndrome.

Una de las paradojas de la recaída es que mientras más marcados son los síntomas, menos capacidad tiene el comedor compulsivo para poder aceptar las críticas constructivas de las personas que lo rodean, y que podrían preocuparse por la posibilidad de una recaída.

El proceso de recaída puede ser detenido ya sea por la propia iniciativa o por la intervención de personas que rodean al comedor compulsivo y que le sirven de apoyo tales como familiares, terapistas o compañeros de grupo.

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(CCA. COL.)

(Recordamos que los testimonios expresados por personas individuales no representan la de Comedores Compulsivos Anónimos en su Conjunto).