• Carencia de límites: No sabes dónde termina tu propia persona y empieza la otra, frecuentemente le dices a otros lo que deben hacer.
  • Extremismo emocional: De la molestia al ataque de ira, del miedo al pánico, del bienestar a la euforia. Es todo o nada.
  • Necesidad de gratificación inmediata: Quieres lo que quieres, en el momento que quieres, como lo quieres ¡YA!
  • Pensamiento extremista: Estás totalmente equivocado o nunca te equivocas, una situación o es blanca o es negra, nunca es gris.
  • Falta de identidad: Necesitas estímulos externos para sentirte vivo. Siempre tienes que estar haciendo algo de acuerdo a la aceptación o el rechazo de otros. Te sientes bien o mal dependiendo de la opinión de otros.
  • Falta de moderación: Todo lo que haces lo llevas al exceso, te llevas a ti mismo a los extremos.
  • Necesidad de agradar: Procuras siempre ser aceptado por otros, aunque no te aceptes a ti mismo y aunque tengas que actuar en contra de tus creencias.
  • Perfeccionismo: si no puedes hacerlo a la perfección prefieres no hacerlo.
  • Incapacidad para expresar emociones: La mayor parte del tiempo te sientes entumecida emocionalmente y no encuentras las palabras que reflejan tus pensamientos y sentimientos. Te da miedo decir lo que verdaderamente sientes.
  • Atracción por el dolor: te sientes impulsado a buscar situaciones y/o personas que llegar a causarte dolor.
  • Proyección: Fantaseas sobre lo que sucederá y te sorprendes cuando la realidad no resulta como la imaginaste.
  • Aislamiento: No te sientes a gusto en ningún lugar.
  • Actitud enjuiciadora: Constantemente estas juzgando y criticando como viven otros sus vidas.
  • Falta de control de impulsos: Una vez que se te mete una idea en la cabeza no descansas hasta que compulsivamente la llevas a cabo. Una vez que empiezas algo no te detienes hasta que terminas, muchas veces rompiendo con tu equilibrio.
  • Hipersensibilidad: Eres excesivamente sensible, reaccionas demasiado a las situaciones, crees que si alguien está enojado tiene que ver contigo. Si alguien no te sonríe o utiliza un tono fuerte te sientes rechazado.

Estas características de personalidad están generalmente presentes en el temperamento del adicto a la comida.

(k. s.)

 

(Recordamos que los testimonios expresados por personas individuales no representan la de Comedores Compulsivos Anónimos en su Conjunto).