Después de mudarme al otro lado del país, celebré mis 30 años en OA/CCA con gente a la que apenas conocía. Después de recibir mi medalla de los 20 años, me sorprendí a mí misma cuando compartí. Hablé con honestidad, lloré y expresé mi gratitud y honor por estar todavía aquí.

Llegué a OA/CCA llena de ira, hundida y desesperada. Antes de OA/CCA había pasado mi vida aislada, llena de resentimientos, entre atracones y dietas. Había probado todas las formas suaves y cómodas. No podía soportarme a mí misma y no me gustaba mucho la gente. ¿Dónde podía ir? ¿Cómo podía yo saber que en mi primera reunión de OA/CCA encontraría amigos de corazón, una forma de vivir que me dio vida y un Poder Superior?

Todavía trato de arrancar las riendas de la mano del poder Superior. Todavía a creo de vez en cuando que todo lo bueno viene del Poder Superior y todas mis dificultades de mis defectos de carácter. Estoy trabajando para aceptar un Poder Superior que es responsable por todo. Sólo mis reacciones son mías. Los milagros ocurren. Hace poco pasé una racha de enfermedades, y recuerdo estar bien cuidada y dejar al poder Superior utilizar la oportunidad para poner mi mente en el buen camino. Confío más y sigo dando la bienvenida a los milagros.

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Todo son cambios; es la ruta de la vida. Gracias a Dios, muchas personas están dispuestas a escuchar y compartir cuando lucho con lo inevitable. ¡La gente de OA/CCA es la mejor!

¿Por qué me quedo? Dios mío, ¿a dónde más querría ir? Mi enfermedad ha sido detenida, no encarcelada, y no quiero volver a pasar por ese infierno de vida otra vez.

¿Cómo ha cambiado OA/CCA y cómo puedo imaginarla dentro de 10 años? Los Pasos, Tradiciones, herramientas y reuniones no han cambiado. Pero nosotros crecemos y cambiamos. Algunas veces nuestra percepción cambia con nosotros. Voy a las reuniones para ver lo que puedo añadir y recibir. Espero escuchar lo que necesito escuchar porque lo hago. Obtenemos lo que necesitamos, y la mayoría de nosotros mucho más.

Os quiero, amigos míos de OA/CCA. Ojala el Poder Superior continúe amándonos, cuidándonos y haciéndonos reír para siempre.

Cate M., Santa Cruz, California EEUU. Lifeline.

(Recordamos que los testimonios expresados por personas individuales no representan la de Comedores Compulsivos Anónimos en su Conjunto).