¿Cuántas veces resolvimos todos nuestros problemas mentalmente? Pero en la realidad, se iban multiplicando. Es por ello que éramos soñadores, perfeccionistas y morosos. Pensábamos mucho; hacíamos muy poco. Y cuando la comida compulsiva le prestaba un hechizo a nuestras imaginaciones, no sólo resolvíamos los propios, sino también los problemas mundiales… mentalmente. Y cuando la comida […]